jueves, 17 de marzo de 2011

EL MAR


Siempre me serena ver el mar.
Se que es engañoso, que detrás de esa belleza y esa calma, hay otro...inquieto, rebelde, feroz, dañino. Pero yo siempre culpo al aire de  todo lo destructivo que hace...me niego a pensar que el mar sea malo por si mismo...¡a enamorado a tanta gente! se a escrito tanta poesía con el, ¡podría  citar tantas!...Pero desgraciadamente también he tenido malas experiencias con el mar.

Playas de Panamá
Mi cuento, cuando era pequeño y en Panamá, un remolino lo arranco (literalmente) de los brazos que lo tenían cogido, empezó a dar vueltas hasta que alguien por instinto consiguió agarrarle un bracito y tirar de el...yo estaba en la orilla...lo sacaron inerte, sin respirar. Es imposible explicar lo que se siente...no se exactamente quien ayudo, ni como lo hizo, pero al momento empezó a vomitar agua, era solo un cuento que estaba empezando y tenía que llenar muchas paguinas. Nunca le tuvo miedo al mar, no lo recuerda, estábamos en una parte del mar donde desembocaba un río...yo culpe a río.
Me gusta mirar el mar, me tranquiliza, me serena, y tiene el don de hacer que no piense, puedo estar rato mirándolo sin pensar en nada.

Mi mar, aunque un poco engañoso es pacifico, ha estado inquieto, sin saber como apaciguarse, intentando que el viento no lo enfurezca, y esperando la calma...¡pero me encanta ese mar!

   http://www.youtube.com/watch?v=g_KOTwnYBHI&feature=related 

3 comentarios:

  1. Excelente Lydia un vínculo con un tema de Ryuichi Sakamoto, que es una segunda y solapada referencia japonesa tras esa no-mención mencionando, nuestro mediterráneo parece tranquilo pero debería estar enfadado.
    Por cierto, nos tocó el Shakhtar Donetz, a pasar frío.

    ResponderEliminar
  2. El mar ...en calma.

    De dia el SOL ser refleja en él... de noche, la LUNA se refleja en él.
    El Mar, en calma.
    Asi es como nos gusta perdernos en la inmensidad del Mar con la mirada perdida en el horizonte. Y con ese cuento que sigue teniendo páginas en blanco por rellenar,

    ResponderEliminar
  3. Tu cuento ha escuchado varias veces esa historia. Cierto es que no se acuerda y cierto es que no le ha tenido nunca miedo al agua. Puestos a confesar... diré que algún día de esos que "faltaba" al cole (no entremos en detalles)me iba sola a pasar el día al rompeolas. Siempre he preferido el mar a la playa...

    ResponderEliminar