BODAS REALES

No soy original con este tema ya que hoy no se habla de otra cosa...Bon, me comento el otro día que sigue en sus trece de recordar quien nos dejo en su sitio al rey éste (él sabe como yo, que “éste” nos lo dejo el “Caudillo”) estoy de acuerdo que “manda huevos” tener que mantenerlos, pagar las bodas de sus hijos y costearles todos sus caprichos, pero mientras eso se que es así (muy a pesar mío) me encuentro que sin saberlo estoy pagando a Félix Millet, no solo las bodas familiares, también los Mercedes 500 , las mansiones de él, y de sus “adjuntos” como Jordi Montull, y otros 70 mas. Según una publicación en el año 2003 (estamos hablando de hace 8 años atrás) desaparecieron 1,7 millones de euros de las cuentas del Palau de la Música en billetes de 500 euros...Félix Millet i Tusell reconoce haberse  apropiado de 3,3 millones de euros y que dedico 1,3 a la construcción de su casa en l’Ametlla del Vallès...teniendo en cuenta que estamos hablando de un cargo público (estoy segura que hay mas por descubrir) de un “país pequeño” mi pregunta es ¿Qué prefiero pagar las bodas “reales” sabiendo que lo hago o que me limpien sin saber quien disfruta de ello?...ante esta pregunta y teniendo en cuenta que tengo un tesorito que desde los 2 años sueña con casarse con un príncipe (los de aquí no me sirven solo tienen  princesas) pienso que hay que dejar alguno aunque solo sea para que ella...no pierda la esperanza.

No se si por la influencia de la boda, o por que no quiero pensar mas en "corrupciones" hoy me ha dado por recordar poesías...no me gusta La Desesperación de Espronceda, con sus noches sin luna y sin estrellas y sus cementerios de muertos bien repletos...con tristeza recuerdo La Pubilleta, de Frederic Soler (Pitarra) (la he recitado varias veces a los 12 años)...me encanta Ramón de Campoamor, con su Tren Expreso, recuerdo de su Canto Tercero: El Crepúsculo, la parte de “Mi Carta”

Mi carta, que es feliz, pues va a buscaros,
cuenta os dará de la memoria mía.
Aquel fantasma soy que, por gustaros,
jugó estar viva a vuestro lado un día.
Cuando lleve esta carta a vuestro oído
el eco de mi amor y mis dolores
el cuerpo en que mi espíritu ha vivido
ya durmiendo estará bajo unas flores.
Por no dar fin a la ventura mía,
la escribo larga... casi interminable...
¡Mi agonía es la bárbara agonía
del que quiere evitar lo inevitable!
Hundiéndose al morir sobre mi frente
el palacio ideal de mi quimera,
de todo mi pasado, solamente
esta pena que os doy borrar quisiera.
Me rebelo a morir, pero es preciso...
¡El triste vive y el dichoso muere!...
¡Cuando quise morir, Dios no lo quiso;
hoy que quiero vivir, Dios no lo quiere!
Os amo, sí! Dejadme que habladora
me repita esta voz tan repetida;
que las cosas más íntimas ahora
se escapen de mis labios con mi vida.
Hasta furiosa, a mí que ya no existo,
la idea de los celos importuna;
¡Juradme que esos ojos que me han visto
nunca el rostro verán de otra ninguna!

La dejo aquí  por que es muy larga...me gusta la dulzura con que esta escrita.