viernes, 29 de julio de 2011

TANGANICA

Escribir es un ejercicio divertido, últimamente solo lo hago en mi día libre, y cuando se me ocurre alguna cosa (cada vez se me ocurren con menos frecuencia) recordando, para poder escribir  mi última entrada, me lo he pasado bien.
Hace meses volví a encontrar mi norte, he estado bastante tiempo luchando, no ha sido fácil, pero lo encontré (espero no perderlo mas) siempre que lo he perdido he acabado encontradlo...pero cada vez me cuesta muchísimo mas.
Otro de mis blogs amigos, me llevo ha preguntarme, si mis luchas constantes en la vida son debidas a los fracasos... ¿que es el fracaso?... ¡un resultado adverso!, esta seria una de sus definiciones, si hiciéramos una encuesta saldrían muchas mas. No es lo que pretendo, ya que la pregunta me la hago a mi misma...soy una superviviente, que ha salido de todos los escollos que la vida me ha puesto, con pocos bastones donde apoyarme, ¡claro que me habré equivocado 100 veces! pero he aprendido algo de todas, la mas importante...si dejas que el miedo a equivocarte (o al fracaso) te paralice, ni aprenderás, ni avanzaras, todo necesita su duelo, sentarse a llorar a veces es necesario,  pero hay que volver a empezar lo antes posible...el reloj de la vida va muy rápido.

LAGO TANGANICA

Para quitar dramatismo a este escrito, voy a contar una de mis primeras adversidades (este blog va a parecer las batallitas de la abuela, y quizás lo sea, me servirán para recordarlas cuando mi mente las haya olvidado...falta mucho para esto)
Cuando iba a la escuela del Parque Güell, nos hacían recoger papel de plata para los pobres del África (el chocolate y algunas galletas iban envueltos en ese tipo de papel)  hacíamos una bola un poco grande y la entregábamos a la profesora. Una vez al año venia un misionero a recogerlo y a darnos las gracias (no recuerdo para que se utilizaba el papel plata, solo recuerdo que al ser hija única, a mi me costaba hacer la bola grande) un año vino un negro a recogerlo, era joven y tenía los ojos claros ¡lo encontré tan guapo! que en ese momento decidí que me casaría con un negro. Me pase mucho tiempo intentando ver alguno, en esa época era difícil ver gente de color, y los niños que conocía no me gustaban...eran blancos. Me case tan joven que no me dio tiempo a conocer a ninguno, pero he de reconocer que cuando ya de mayor, veía alguna chica blanca, con un chico negro (la hermana de Marga salía con uno, no llego ha casarse con él) sentía envidia...ese misionero fue mi primer amor platónico, dijo ser de Tanganica (ahora Tanzania), todavía cuando leo un libro sobre el África (citare uno que Bon a leído “Ébano”) me acuerdo de esta historia, siempre que miro un atlas busco el lago Tanganica (es uno de los lagos de agua dulce mas grandes, mas de 10.000.000 de personas viven en el entorno del lago y dependen de el para el suministro de agua y para la alimentación, se capturan unas 200.000 toneladas de peces al año)...esta fue una de las primeras metas no cumplidas, ahora parece broma pero a mis diez años, yo estaba segura que la cumpliría, ¿fue eso un fracaso?  No..., fue una de las primeras lecciones...no siempre podrás conseguir aquello que te propongas pero...siempre hay que seguir caminando.

Este seria mi hogar, si lo que me propuse a los 10 años se hubiera cumpido


4 comentarios:

  1. Por un momento y por la parte que me toca, me he visto cazando ñus, corriendo delante de las hienas, cultivando algodón y hablando bantú.
    Qué vols que et digui. Mi cuenta pendiente sigue siendo el África negra, pero de visita guapa. Por otra parte, el verano que viene puedes hacer una escapada un poco más abajo que este año y cumplir el sueño a medias.

    ResponderEliminar
  2. A todo el mundo: hay que ver La pesadilla de Darwin. No es agradable, pero es necesario.

    Lo que hemos hecho los blancos en Africa.

    Y ahora leo en Meridiano de Sangre lo que hemos hecho en América.

    Por eso queremos ponernos morenos, claro.

    ResponderEliminar
  3. Comprendo lo del ñus...pero si yo me hubiera quedado con mi cartera (del cole) color marrón, esperando al misionero...tú no estarías...y creo sinceramente que el mundo se habría perdido un “gran chico”

    ResponderEliminar
  4. y posiblemente yo no hubiera conocido a ese "gran chico"... ni a esa madre TAN Y TAN ESTUPENDA ¡¡¡¡ ¿ donde estaría mi amiga, mi confidente... mi compañia nocturna ?

    ResponderEliminar